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Las vidas de las canciones (I)

Cómo será mi mundo cuando yo no esté. Este es el escenario que se plantea la protagonista de “Mi vida sin mi”, una película de Isabel Coixet, que en su día nos emocionó mucho. Y esta es la base de la que parte esta playlist que hoy os proponemos: Qué será de las canciones una vez publicadas. Cómo se pervierten los originales y en según qué casos, crecen, pierden, mueren o ascienden a los cielos de la popularidad. Lo que parece claro es que cualquier obra artística deja de pertenecer a su autor y nos la apropiamos todos y cada uno de los fans.

Hablamos de originales y versiones, de las vidas de las canciones y del recorrido que tienen ciertas melodías. ¿Cuántas veces os ha pasado en esta vida conocer antes una versión que su original?. Como siempre, esta elección es subjetiva y está basada en nuestro criterio personal.

Empezamos con “Nobody but me”, del año 1967, de los americanos Human Beinz (que a su vez ya la adaptaron de los Isley Brothers), una de las grandes canciones del Nothern Soul.

20 años después, la banda leonesa Los Flechazos, abanderados del movimiento mod en esta parte del planeta, se estrenaron en su primer disco con esta maravilla de versión “No sabes bailar”.

En el año 1967, uno de los grandes discos de la historia de la música, “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” de The Beatles contenía la canción “With a Little help from my friends”. Escrita per Lennon y MacCartney y cantada por Ringo Starr.

Un año después, Joe Cocker hizo una versión memorable totalmente distinta e igualmente mágica y potente. Después se convirtió en la sintonía de la serie “Aquellos maravillosos años”.

El grupo jamaicano de ska, Toots and the Maytals publicó en 1980 el tema “Chatty, chatty”.

5 años después, los abanderados del Rock radical vasco, Kortatu, con Fermín Muguruza a la cabeza, lanzaron el que se convertiría en un himno generacional y una de sus composiciones más coreadas, “Sarri, sarri”.

Jim Morrison y sus The Doors lanzan en 1967 una de sus obras más importantes, “Light my fire”.

Un año después, el artista de Puerto Rico, José Feliciano, despoja la canción de la psicodelia original y le imprime un carácter latino que se suma al original.

Cuando aún no se había inventado el punk en Europa, en EE.UU, había bandas como The Stooges, liderados por un jovencísimo Iggy Pop, con actitud abiertamente punk. En 1969 publican “I wanna be your dog”.

En el año 1983, el grupo vasco Vulpes adapta el original a “Me gusta ser una zorra” y la sitúa, casi sin pretenderlo, en el pódium del punk internacional femenino. La historia de los vetos y censuras os la contamos otro día.

En 1972 los genios del Glam Rock, Marc Bolan y sus T. Rex publican “Ballroom of mars”, un tema que pasa sin pena ni gloria.

Una década después, unos Radio Futura adolescentes dedican uno de sus temas a Olvido Gara, Alaska. “Divina” pasa a ser una de las canciones top ten de la Movida.

En 1966 los americanos Bobby Fuller Four adaptan el “I fought the law” de The Crickets.

En 1979, los grandes abanderados del punk británico, The Clash le dan un giro y la convierten en uno de los cánticos de la lucha en la calle contra los recortes sociales de Ms. Thatcher y los suyos.

Elvis Presley interpreta en 1961 “I can’t help fallin in love” para una película, con un aire hawaiano.

Medio siglo después, Micah P. Hinson le imprime un carácter más íntimo con una voz que a nosotros nos deja pegados a la butaca.

En la València post-franquista, Las Víctimas Civiles, capitaneadas por Héctor Arnau, lanzan en 2016 “Canción Total”.

Unos años después, Maria Arnal i Marcel Bagés la incluyen en su primer y aclamadísimo primer disco. Su voz y su estética invaden y perfuman “Heteronorma y relaciones de poder en la época de las representaciones del capitalismo posfordista” que es el título original.

Y finalizamos el viaje de las vidas de las canciones con un tema de largo recorrido “Always on my mind” versionado por Brenda Lee en 1972.

Por Elvis Presley en ese mismo año.

Y por unos inspiradísimos Pet Shop Boys en 1987, que la encumbraron como una de las melodías más coreadas del synth-pop mundial.

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