Kill the TV Kill the TV

Capitán: Quién está a los mandos?

Como buen flaneur, caminaremos pausadamente y elegiremos cada vez un trayecto diferente, casi siempre por azar. Nos fijaremos en comercios y bares de toda la vida y en otros de reciente apertura, como si leyéramos en un periódico local la actualidad íntima de nuestra ciudad. Observaremos elementos del mobiliario urbano, edificios del constructor Facundo Martínez y prestaremos especial atención a la cartelería. Podemos hacer una parada para desayunar un café con leche y tostadas con tomate, a ser posible en nuestra cafetería de confianza.

Cruzaremos el rio desde Marxalenes, atravesando las torres de Serranos y nos adentraremos pensativos en el casco antiguo… Hace muchos años, decidí cambiar mi formación de arquitectura por la del diseño gráfico. Cosas que uno hace que pasen. En mi primer año de escuela, realicé unas practicas en Ismos – comunicación y cultura. Allí me esperaba un trabajo de media jornada como ayudante de maquetador de revistas y catálogos. Y allí, en un cuarto de apenas 6 m2 estaba el responsable de diseño Diego Obiol Damas. Fue el maestro que me enseñó las bases y trucos de la maquetación editorial con Quark X Press a través del trabajo. Ese era su estilo, observación, prueba y error. Nada de teorías, tu pregunta si tienes dudas. Al cabo de un par de semanas éramos un equipo.

A parte de iniciarme en el mundo laboral/maquetación, en paralelo fue un gurú musical. En el trabajo siempre sonaba música. Mucha y muy buena música. Con mimo seleccionaba y mezclaba los elementos cual orfebre: Una Sabon, Belle and Sebastian, un poco de Kerning, La Buena Vida, Univers condesed y Nada Surf. La Clarendon y Hefner, unos ritmos brasileños… Melancolía pop y Vespa. Al acabar las prácticas y después de mis estudios, me mude a Berlín y nos perdimos la pista durante mucho tiempo. Cuando pasados los años volví a verle en Valencia, se había hecho autónomo, creando Metadisseny, un estudio de diseño editorial. En posteriores visitas coincidí con el y visité su estudio, el cual cada año cambiaba de localización. No conozco a nadie que se mude tan a menudo de lugar de trabajo y residencia.

Tras colaborar juntos en varios proyectos, sentimos el deseo de unir fuerzas en un estudio con dos sedes que se acopló como un guante a nuestras realidades. De esta forma nació hace cuatro años el estudio de diseño estiu. Diego desde Valencia asumiendo los proyectos editoriales impresos y digitales y yo en Berlín desarrollando marcas, Keyvisuals e ilustraciones. Skype e intercambio de influencias culturales.

Diego esta hechizado por la tipografía cual hedonista en una gran ciudad lo esta por las mujeres, siempre reconociendo detalles en sus rostros y curvas, saboreando recuerdos y similitudes, descubriendo nuevos cuerpos. Como su selecto club de amigos gusta decir, es un Lletraferit. Un amante fogoso e hiperactivo de las revistas y la infografía. Ese soporte que fusiona lo periodístico con lo gráfico. Un amor esperado y lógico. De esta relación han salido muchos proyectos como sus iniciáticos fanzines o el blog Coolebra y otros trabajos editoriales y digitales mas maduros como Verlanga.

Nunca se consideró un diseñador, y hasta hoy modestamente sigue pensándolo. Soluciona problemas (de comunicación visual). Y lo hace pacientemente con detalle, curiosidad y mucha generosidad. También con el sufrimiento «patidor» de una madre. Él observa con distancia el mundo del diseño y diseñadores valencianos. Se cuela entre sus filas y vuelve a salir sin que nadie se de cuenta. De esta forma colabora con casi todos y disfruta acaloradamente con la docencia y la dirección artística en revistas que le aproximan a gente que admira.

Todo un caballero mediterráneo, familiar, pudoroso, amigo de buenas conversaciones y enemigo del queso. Desde mi balcón en Berlín, celebro su papel como “frontman” en el diseño de la nueva web the Kill the TV. Primal Scream suele recordarme con una de sus canciones que a Diego le molesta el sol si la noche se hace demasiado larga. Prost amigos!

PAU DOMINGO

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